top of page
Buscar

El deseo de un amor consciente

Hoy quiero hablarte especialmente a vos, que quizás no estás en pareja y deseas poder construir una relación a tu altura —una relación con valores compartidos, propósito alineado y presencia real.


A lo largo de los años, acompañó a muchas mujeres que anhelan profundamente ese tipo de vínculo. Cuando les preguntan qué han hecho para atraerlo, suelen responder cosas como: “me bajé una app de citas”, “me cambié el look”, “traté de ser más atractiva” .


Todas esas son acciones legítimas, pero hay algo que rara vez se menciona: la transformación interna . Porque lo que realmente te prepara para amar —y ser amada— no está en lo que haces afuera, sino en cómo te relacionarás con vos misma adentro.


Y si sentiste que ya hiciste de todo y nada cambia, es porque estás buscando en el lugar equivocado . Esto no es un juicio, es una brújula. Hoy quiero darte claridad sobre por dónde empezar de verdad.


Miedos que te separan del amor


El primer paso para abrirte al amor verdadero es mirar de frente tus miedos. No desde el juicio, sino con curiosidad y compasión.  


Algunos de los más comunes son:


  • “Tengo miedo al rechazo.”

  • “¿Y si me lastiman?”

  • “No puedo volver a confiar”.

  • “No soy suficiente para atraer a la persona que deseo”.

  • “No hay personas disponibles como yo”.

  • “Tengo que cambiar algo de mí para merecer amor”.


Estos pensamientos no son la verdad, son mecanismos de protección. Todo comportamiento humano está diseñado para sobrevivir, no para ser amado . Por eso muchas veces haz más cosas para evitar el rechazo que por verdadero deseo.


Tal vez te pasa que alguien te escribe, pero al primer silencio te invade el miedo a que desaparece. O conocés a alguien que te gusta y automáticamente pensás: “no se va a fijar en mí”. O te descubrís actuación para gustar, cuando lo que más deseas es poder relajarte y ser vos misma.

ree

Si deseas una relación y no se da, es posible que algo dentro tuyo —una creencia, una herida, un miedo— todavía estés separándote de esa posibilidad. Tu cuerpo sabe cuándo ya no quiere sostener más historias viejas.


La herida que se esconde detrás del deseo


En la raíz, muchas veces no se trata de falta de oportunidades, sino de una sensación interna de no merecer amor . Y esa sensación casi siempre se siembra en la infancia.

Tal vez tu papá no estuvo presente. O tu mamá te exigía tanto que sentías que no eras suficiente. Quizás había un hermano preferido, o una tensión constante en casa que te enseñaba que el amor era algo que se ganaba.


Cuando eso ocurre, crecemos creyendo que para ser amadas debemos hacer más , demostrar más , arreglar más . Y entonces buscamos a alguien que venga a darnos el amor que no recibimos. Pero esa búsqueda, sin darnos cuenta, nos vuelve dependientes del otro y nos aleja de nosotras mismas.


La verdad es simple y poderosa:

Nadie puede reparar tus heridas de infancia. Solo vos podés hacerlo.

Respira profundamente. Deja que esa frase te atraviese y te alivie. Porque aunque parezca dura, es la llave que te devuelve poder. No tenés que esperar que nadie venga a darte lo que vos ya podés recomendarte.


Dos creencias que sabotean tus vínculos


Detrás de muchas historias de amor frustradas, hay dos creencias inconscientes que operan sin que lo notes:


  1. “No fui digna de amor, por eso nunca lo voy a encontrar.” 


  2. “Alguien tiene que venir a darme lo que no tuve”.


La primera te lleva a cerrarte por miedo, a no abrirte a quien podría amarte bien. La segunda te empuja a buscar constantemente, esperando que el otro te salve.


Y así el amor se vuelve una profecía autocumplida: cuanto más lo buscás desde la carencia, más parece escaparse.

Entonces, si hasta hoy tu búsqueda se sintió agotadora, no fue porque estés destinado a estar sola. Fue porque tu cuerpo y tu alma ya no quieren repetir la misma historia.


Lo que realmente es el amor


El amor no es una historia perfecta ni un amor a primera vista que lo resuelve todo. El amor real es un proceso consciente de encuentro, aprendizaje y crecimiento compartido .


Es conectarse con alguien con quien haya coherencia de valores, atracción y propósito de vida. Es resolver los desafíos juntos, y en ese proceso, afianzar el vínculo .


Y para poder vivirlo, primero necesitas ser vos quien cubra tus propias necesidades emocionales. No desde la autosuficiencia rígida, sino desde la madurez emocional de quien se sabe merecedora.


Nunca es tarde para encontrar el amor

Cuando integrás tus heridas, algo se ordena dentro de tuyo. Tu energía cambia. Y con eso, también cambian las personas que aparecen y las decisiones que tomás.

Ya no necesitás convencer ni demostrar.Podés ser clara, auténtica y libre para elegir a quién dejar entrar en tu vida.

Dejas de arreglarte por fuera para atraer amor, y empezás a sanarte por dentro para sostenerlo .

Nunca es tarde para encontrar el amor. Lo que estás haciendo hoy —mirarte, sanar, comprenderte— es el inicio de una historia distinta.

Y si sentís que este mensaje te mueve algo por dentro, no lo ignoras. El momento de moverte es cuando el cuerpo y el corazón te dicen: “basta de repetir”. No esperes a sentirte completamente lista.

El cambio empieza con una sola decisión: elegirte a vos. Hoy puede ser el día en que elijas algo distinto.

No estás sola. Estás preparándote para amar desde otro lugar: desde la claridad, la calma y la decisión de no conformarte con menos.


Clase:  “No estás sola, estás preparándote para amar distinto”


Si quieres profundizar en este proceso, accede a   Travesía , este contenido es parte del nivel 2 donde te guía paso a paso en esta práctica y te acompaña con una visualización para sanar a la niña interior y abrirte al amor desde el merecimiento.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
El valor de la incomodidad del vacío

Hay momentos en los que la vida no pide más acción, pide espacio. Un espacio sin respuestas inmediatas, sin plan, sin “próximo paso”. Un vacío. Cuando decidís ir por el camino desconocido, diferente a

 
 
 

Comentarios


bottom of page