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Tu cuerpo no necesita más esfuerzo, necesita placer

Durante años nos enseñaron a medir nuestro valor por cuánto hacemos, cuánto damos, cuánto sostenemos.    Y así, sin darnos cuenta, fuimos habitando el cuerpo como territorio de exigencia: tenso, apurado, siempre disponible para el deber y casi nunca para el disfrute.

Estamos despertando de ese mandato.

 Cada vez más mujeres buscan comprender sus ciclos, regular su sistema nervioso y honrar los ritmos naturales del cuerpo. 

 Ese es precisamente el propósito de      La Reflexiva     : acompañarte a reconocer lo que tu cuerpo dice, con sus señales y emociones, y ayudarte a dejar de vivir en estado de defensa constante.


Esta mañana, leyendo un libro, me encontré con una escena que me conmovió profundamente: un pueblo decretaba un día para celebrar la vida.   Después de tanto sostener y resistir, bajaban las armas y se reunían a compartir y agradecer.


Ese gesto simple simboliza algo esencial:    reconocer lo vivido, honrar lo que fue y abrir espacio para la buena vida —esa que se siente libre, suave y real—.


En términos corporales, eso es pasar del modo      supervivencia      al modo      placer. 


El cuerpo siempre sabe cuándo es tiempo de hacerlo.   Primero habla con cansancio, con insomnio, con esa sensación de estar desconectada de algo esencial.   Es su manera de decirte:    ya no quiero sostener más desde el miedo o la insatisfacción .


Entonces llega el llamado:      volver al placer como medicina.


El placer no es solo deseo o sensualidad.   Es presencia.   Es habitar la piel, respirar profundo, dejar que la vida te atraviese sin defensa.   Es el lenguaje natural del cuerpo cuando ya no está en guerra.   Cuando relajás los hombros, inhalás sin culpa, o el perfume de una flor te detiene un segundo... ahí estás sanando. 

Porque el placer está ordenado. Calma.   Repara lo que el esfuerzo rompió.

Y cuando activás tu placer, esa energía se contagio.   Nutre tus vínculos, tu hogar, tu manera de mirar la vida.


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Para acompañarte en ese retorno al cuerpo, en    La Reflexiva     volvimos a traer a stock al   aceite vibratorio Goza : una mezcla sensorial que ayuda a aliviar tensiones, conectar con la paz interna y despertar el placer a través de los sentidos.


Formulado con plantas y esencias que armonizan el sistema nervioso, abren el corazón y activan la energía femenina suave —esa que nos permite disfrutar sin culpa y descansar en la vida—,      Goza    es un recordatorio físico de algo profundo:  


No necesitás seguir forzando, solo aprender a recibir.


Cómo usarlo:Podés aplicarlo después del baño, en masajes conscientes o en tus rituales de autocuidado.   Su aroma te ayuda a soltar la tensión acumulada, reconectar con el gozo de sentirte viva y transformar el cansancio en presencia.


Ideal para:

  • Días en que tu cuerpo se siente tenso o sobrecargado.

  • Antes de dormir, para calmar la mente y abrir espacio al descanso.

  • Al iniciar el día, si quieres sentirte relajado, magnético y disponible.

  • Momentos de cambio o transición, para reconectar con tu ritmo interior.


El cuerpo habla, y el placer es su idioma más honesto.   goza    te recuerda que merecés sentirte bien ahora —sin esfuerzo, sin espera—.


Esta edición de 20 ml tiene un valor de $800.

Tus sentidos te lo agradecerán. 


 
 
 

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