No estás sola: estás preparándote para amar distinto
- Florencia Gesto
- 20 oct
- 3 Min. de lectura

El deseo de un amor consciente
Hoy quiero hablarte especialmente a vos, que quizás no estás en pareja y deseás poder construir una relación a tu altura —una relación con valores compartidos, propósito alineado y presencia real.
A lo largo de los años, he acompañado a muchas mujeres que anhelan profundamente ese tipo de vínculo. Cuando les pregunto qué han hecho para atraerlo, suelen responder cosas como: “me bajé una app de citas”, “me cambié el look”, “traté de ser más atractiva”.
Todas esas son acciones legítimas, pero hay algo que rara vez se menciona: la transformación interna. Porque lo que realmente te prepara para amar —y ser amada— no está en lo que hacés afuera, sino en cómo te relacionás con vos misma adentro.
Miedos que te separan del amor
El primer paso para abrirte al amor verdadero es mirar de frente tus miedos.No desde el juicio, sino con curiosidad y compasión.
Algunos de los más comunes son:
“Tengo miedo al rechazo.”
“¿Y si me lastiman?”
“No puedo volver a confiar.”
“No soy suficiente para atraer a la persona que deseo.”
“No hay personas disponibles como yo.”
“Tengo que cambiar algo de mí para merecer amor.”
Estos pensamientos no son la verdad, son mecanismos de protección. Todo comportamiento humano está diseñado para sobrevivir, no para ser amado. Por eso muchas veces hacés más cosas para evitar el rechazo que por verdadero deseo.
Si deseás una relación y no se da, es posible que algo dentro tuyo —una creencia, una herida, un miedo— todavía esté separándote de esa posibilidad.
La herida que se esconde detrás del deseo
En la raíz, muchas veces no se trata de falta de oportunidades, sino de una sensación interna de no merecer amor.Y esa sensación casi siempre se siembra en la infancia.
Tal vez tu papá no estuvo presente. O tu mamá te exigía tanto que sentías que no eras suficiente.Quizás había un hermano preferido, o una tensión constante en casa que te enseñó que el amor era algo que se ganaba.
Cuando eso ocurre, crecemos creyendo que para ser amadas debemos hacer más, demostrar más, arreglar más.Y entonces buscamos a alguien que venga a darnos el amor que no recibimos.Pero esa búsqueda, sin darnos cuenta, nos vuelve dependientes del otro y nos aleja de nosotras mismas.
La verdad es simple y poderosa:
Nadie puede reparar tus heridas de infancia. Solo vos podés hacerlo.
Dos creencias que sabotean tus vínculos
Detrás de muchas historias de amor frustradas, hay dos creencias inconscientes que operan sin que lo notes:
“No fui digna de amor, por eso nunca lo voy a encontrar.”
“Alguien tiene que venir a darme lo que no tuve.”
La primera te lleva a cerrarte por miedo, a no abrirte a quien podría amarte bien.La segunda te empuja a buscar constantemente, esperando que el otro te salve.
Y así el amor se vuelve una profecía autocumplida: cuanto más lo buscás desde la carencia, más parece escaparse.
Lo que realmente es el amor
El amor no es una historia perfecta ni un flechazo que lo resuelve todo.El amor real es un proceso consciente de encuentro, aprendizaje y crecimiento compartido.
Es conectar con alguien con quien haya coherencia de valores, atracción y propósito de vida.Es resolver los desafíos juntos, y en ese proceso, afianzar el vínculo.
Y para poder vivirlo, primero necesitás ser vos quien cubra tus propias necesidades emocionales.No desde la autosuficiencia rígida, sino desde la madurez emocional de quien se sabe merecedora.
Nunca es tarde para encontrar el amor
Cuando integrás tus heridas, algo se ordena dentro tuyo.Tu energía cambia.Y con eso, también cambian las personas que aparecen y las decisiones que tomás.
Ya no necesitás convencer ni demostrar.Podés ser clara, auténtica y libre para elegir a quién dejar entrar en tu vida.
Dejas de arreglarte por fuera para atraer amor,y empezás a sanarte por dentro para sostenerlo.
Nunca es tarde para encontrar el amor. Lo que estás haciendo hoy —mirarte, sanar, comprenderte— es el inicio de una historia distinta.
Clase Bonus: “No estás sola, estás preparándote para amar distinto”
Si querés profundizar en este proceso, accedé a la clase bonus de Travesía Nivel 2, donde te guío paso a paso en esta práctica y te acompaño con una visualización para sanar a la niña interior y abrirte al amor desde el merecimiento.


Comentarios